martes, 26 de febrero de 2008

Oh! Qu’il est vilain




Se sabe: los niños ricos tienen tristeza.

El dinero no hace la felicidad (ni la compra, ni la alquila, señor, no insista). Es preferible una buena pancita de desnutrición y un millón de amigos (el millón de amigos de Roberto Carlos no, otro), que todo lo que uno pueda desear y ese amargo sentimiento de soledad. Los pobres nenitos bien no tienen ni una (unita) mosca en el ojo para jugar.

Ahora, la Unión Europea se encuentra nuevamente revolucionada por un mal que parece preocupante: los bellos son los que más sufren ultimamente.
Así como a un importante obeso que adelgaza se le nota la pérdida, a una belleza exuberante se le nota el deterioro. Y esta sociedad no está preparada para los cambios.

El Grupo de los ocho ha decidido organizar reuniones quincenales para tratar el tema. La semana que viene, cada uno deberá llevar la foto de alguna belleza (o sea, ocho fotos). Se cree que Francia llevará la de la alegre Brigitte Bardot.

Latinoamérica espera ansiosa las elecciones de los otros siete.

Tengo un amigo que se comió mi perro, la pregunta del día: ¿Por qué no se come su propio perro?




Voy a la feria hippie, elijo el cachorro que me gusta y luego de meses de alimento y mimos, viene mi amigo y se lo come. Por qué no puede elegir él su propio perro. Científicos aseguran que la apropiación de perros ajenos está intrínsecamente relacionada con el recientemente descubierto gen nosemecaeunaidea. Esto explica que los grandes pensadores sean uno y no dos. Como Ortega y Gasset.

lunes, 25 de febrero de 2008

Presentación hecha por Débora Coock

El espacio en blanco siempre aturde y más si dejas el fondo blanco porque te rehusas a tomar las limitadas herramientas estéticas que ofrecen los blos.

Así que bienvenue, welcome, welkome, güelcom, huêlkm.